A pesar de los avances globales, el conocimiento sobre el autismo en Ecuador sigue siendo limitado. En 2017, la prevalencia estimada de este trastorno en niños menores de cinco años fue del 0,28%. Estas cifras podrían ser mayores debido a la falta de diagnóstico temprano y de registros actualizados.
En este contexto, las familias enfrentan barreras significativas, como la falta de capacitación en los sistemas de salud y educación, lo que resulta en diagnósticos tardíos y una atención insuficiente. La falta de docentes capacitados y la ausencia de adaptaciones curriculares adecuadas complican aún más la inclusión de niños con autismo en el sistema educativo.